Lecturas varias
1. Lectura 1
2. Lectura 2.
3. Lectura 3
Hacia una epistemología de la comunicología:
la teoría de la comunicación en Serres
y en Martín-Barbero
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno
Universidad Autónoma del Estado de México / eli_luna_21@yahoo.com.mx
Antonio Arellano Hernández
Universidad Autónoma del Estado de México / aah@uaemex.mx
Una
Introducción al Estudio de la Epistemología de la Comunicación desde la obra
de Manuel Martín Serrano
Tanius Karam (tanius@yahoo.com). Dr. Ciencias de la Información. Academia de Comunicación y Cultura.
Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
|
La comunicación: un campo de conocimiento en construcción
Reflexiones
sobre la Comunicación Social en Colombia * José
Miguel Pereira G. **
Resumen
Este artículo pretende dibujar y puntear un croquis del campo de la comunicación como campo
de conocimiento y de formación de profesionales tomando a Colombia como caso específico.
Aborda la comunicación como campo transdisciplinario, la tensión entre campo de
investigación y de formación profesional y, hace una caracterización de la formación
profesional en Comunicación Social y Periodismo en Colombia. Concluye que el nuevo
contexto de la globalización y el marco de la flexibilización laboral, ha incidido en el diseño de
los currículos, en la fragmentación e hiperespecialización profesional. Este contexto,
multidimensional y transversal demanda, a la investigación la superación del pensamiento
unidimensional y funcional y, la formación de profesionales innovadores, creadores,
proposititos, sistemáticos y rigurosos capaces de entender la complejidad de mundo actual y
proponer soluciones alternativas a los problemas claves de la contemporaneidad.
1. ¿Comunicación: campo transdisciplinar?
Uno de los debates más interesantes en el contexto internacional 1 es el que se
viene realizando por investigadores en varios escenarios del mundo sobre si la
comunicación y sus diversas especializaciones, entre ellas la comunicación
social y el periodismo, son disciplinas, interdisciplinas, campos de
conocimiento, transdisciplinas, oficios, profesiones o como prefiere Fernando
Andach “indisciplinas”, si como lúcidamente afirma Muñiz Sodré “una verdadera
teoría de la comunicación sería un puesta en crisis de las ciencias sociales .” 2
El debate no solo es interesante, es inacabado y también se ha convertido en
objeto de estudio y de publicaciones tanto en América Latina como en otros
países. 3
Las conclusiones parciales apuntan a comprender a la comunicación y sus
diversas especializaciones más como un campo de conocimiento
transdisciplinario, que como una disciplina. Un campo en permanente
construcción que se ha venido legitimando, afinando sus metodologías de
investigación y construyendo algunos abordajes teóricos y metodológicos en el
* En este texto se retoman algunos elementos del proceso de diseño del ECAES en Comunicación, realizado entre el
Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior – ICFES – y la Asociación Colombiana de Facultades
de Comunicación Social – AFACOM. El autor agradecen los comentarios y aportes de Nina Cabra, Antonio Roveda,
director del proyecto, de los coordinadores regionales del proyecto ECAES y de los profesores de las Facultades de
Comunicación afiliadas a AFACOM.
** Profesor del Departamento de Comunicación de la Universidad Javeriana de Bogotá – Colombia. Director de la
Carrera de Comunicación Social y Coordinador académico de la Cátedra UNESCO de Comunicación.
jmpereira@javeriana.edu.co
1 Para este texto he retomado algunas ideas planteadas por Luis Ignacio SIERRA GUTIÉRREZ, Dimensión
Epistemológica de la Comunicación, Bogotá, Universidad Javeriana, 2001, sin publicar.
2 ANDACHT, Fernando, Un camino indisciplinario hacia la comunicación: medios masivos y semiótica, Bogotá, CEJA,
UNESCO, 2001, p. 20.
3 Cfr. Entre otros: VASALLO DE LOPES, María Immacolata (Comp.), Epistemologia da comunicacao, Sao Paulo,
Brasil, Loyola, 2003. GALINDO, Jesús y Luna Carlos (Coord.), Campo académico de la comunicación: hacia una
reconstrucción reflexiva, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/ITESO, 1995. Además, PINEDA,
Migdalia, Los paradigmas de la comunicación: nuevos enfoques teóricometodológicos,
Lima, Revista Diálogos de la
Comunicación No. 5960,
pp. 264 – 271, 2000.
2
procesos de creación de nuevos conocimientos. Según Raúl Fuentes la
comunicación debe su impulso a la necesidad de explicar los fenómenos
sociales provocados por el desarrollo de los llamados medios masivos, en cuya
evolución la tecnología representa un factor determinante. Dicho proceso ha
sido más rápido y extenso que otros avances socioculturales de nuestro siglo. 4
Para Raúl Fuentes y Enrique Sánchez la comunicación, en primer lugar, “no
tiene ni ha tenido un campo disciplinar propio, sino un dominio de estudio, más
o menos común, alrededor del cual se ha conformado el campo sociocultural.
Y, en segundo lugar, este dominio ha sido, es y quizá tendrá que seguir siendo
una encrucijada inter y transdisciplinaria, dentro de las ciencias sociales y
humanas, lo que hace el reto aún mayor, en la medida que exige de cada uno –
dependiendo de los objetos específicos de investigaciónel
desarrollo de un
amplio espectro de capacidades teóricas y metodológicas”. 5
Estos y otros investigadores han tomado del sociólogo Pierre Bourdieu el
concepto de campo, quien lo define como “un espacio social estructurado, un
campo de fuerzas hay
dominantes y dominados, hay relaciones constantes,
permanentes, de desigualdad, que se ejercen al interior de ese espacioque
es
también un campo de luchas para trasformar o conservar este campo de
fuerzas.” 6 Al interior de ese universo, cada actor y fuerza involucrados se
constituyen en su relación con los demás. Y es en esta relación la que define la
posición y las posibilidades de acción de cada elemento dentro del campo.
Para Bourdieu los campos poseen dos características que se involucran
estrechamente. De un lado, el campo es espacio en el que se construye una
visión interpretativa, una mirada de conjunto y de apuesta por la construcción
de sentido, entendiendo por ello la emergencia de lecturas globales,
explicativas y comprensivas de la(s) realidad(es). Por otro lado, el campo es un
dispositivo que promueve a la existencia de objetos, discursos, sujetos,
conocimientos y acciones. De esta forma, el campo es productorlimitador
de
sentido y productorformador
de nuevas dimensiones formativas.
La investigadora brasilera María Immacolata Vasallo aplica el concepto de
Bourdieu a la comunicación y sostiene que “el campo académico de la
comunicación está constituido por: un conjunto de instituciones de educación
superior destinadas al estudio y a la enseñanza de la comunicación, donde se
produce la teoría, la investigación y la formación universitaria de los
profesionales de la comunicación. Lo que implica que en ese campo se pueden
identificar varios subcampos: el científico, implicado en prácticas de producción
del conocimiento: la investigación académica tiene la finalidad de producir
4 FUENTES NAVARRO, Raúl, Diseño curricular para las escuelas de comunicación, México, Trillas, 1991, p. 9. Puede
verse también de este autor: Campo académico de la comunicación. Desafíos para la construcción del futuro. En: Rev.
Signo y Pensamiento, N° 31, 1997, pp. 4150.
5 FUENTES NAVARRO, Raúl, Retos disciplinarios y posdisciplinarios para la investigación de la comunicación. En:
Revista Comunicación y Sociedad, N° 31, septiembrediciembre
1997, DECS, Universidad de Guadalajara, México. Pp.
215241.
SÁNCHEZ RUIZ, Enrique E., La enseñanza y la investigación de la comunicación en Latinoamérica, en
México y en Jalisco, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1986.
6 BOURDIEU, P., Espacio social y campo de poder, Barcelona, Anagrama, 1997 pp. 4849
3
conocimiento teórico y aplicado por medio de la construcción de objetos,
metodologías y teorías; el educativo, que se define por prácticas de
reproducción de ese conocimiento, es decir mediante la enseñanza
universitaria de materias relacionada con la comunicación, y el profesional,
caracterizado por prácticas de aplicación del conocimiento y que promueve
vínculos variados con el mercado del trabajo.” 7 El concepto de campo, además,
a nuestro modo de ver, tendría que incluir a otros actores como los medios
masivos de comunicación, el Estado y las organizaciones sociales.
La discusión también se viene haciendo en el contexto europeo, por ejemplo en
Francia la comunicación se entiende como un proyecto interdisciplinar en
formación 8 que tiene por vocación articular fenómenos muy distintos, reuniendo
métodos y herramientas provenientes de diversas disciplinas. No se trata con
ello de desarrollar una nueva disciplina, pues en concepto de Edgar Morin “una
disciplina tiene como función circunscribir un campo de competencias y existen
para estructurar y separar”. 9 Por el contrario campo de la comunicación busca
abrir las fronteras para articular fenómenos procedentes del encuentro entre
diferentes disciplinas y de resolver la tensión fundamental existente entre unas
disciplinas constituidas y un proyecto interdisciplinar en formación que pretende
reorganizar las maneras de pensar y analizar.
Desde esta perspectiva aparecen algunas preocupaciones de orden
epistemológico planteadas por Bruno Ollivier 10 que vale la pena retomar. La
primera se refiere a la tendencia existente de aplicar la comunicación a todos
los fenómenos humanos, en el sentido de emplear los mismos conceptos tanto
en las ciencias exactas como en las ciencias humanas, de ahí se pregunta
¿qué tipo de coherencia puede proporcionar una interdisciplina que está en
vías de formación?, ¿sobre qué conceptos se apoya?, ¿de qué puede y de qué
quiere hablar? La segunda plantea: ¿de dónde han surgido los conceptos que
maneja la comunicación como base teórica?, ¿cómo se asumen y modifican a
partir de la comunicación? y ¿a qué se pueden aplicar? Una tercera, más de
orden práctico, se pregunta por las implicaciones de la observación y la
investigación en la comunicación. Si se analizan diversos campos, objetos,
prácticas, situaciones, ¿qué significa observar diferentes circunstancias desde
el punto de vista de la comunicación?
El campo de la comunicación, como campo de conocimiento, se viene
construyendo en medio de una doble paradoja: de un lado, toda actividad
humana tiene algo que ver con la comunicación, sin embargo, la comunicación
no debe diluirse conceptualmente hasta el punto de perder toda consistencia y
pertinencia explicándolo todo, sin importar el cómo. Del otro lado, si bien el
estudio de la comunicación se apoya en discursos de la lingüística, la
semiótica, la sociología, el psicoanálisis, ella no consiste simplemente en un
7 VASSALLO DE LOPES, María Immacolta y FUENTES NAVARRO Raúl, Comunicación, campo y objeto de estudio,
ITESO, México, 2002, p. 44.
8 OLLIVIER, Bruno, Observer la Communication – Naissance d’une interdiscipline. Texto inédito. Próxima publicación
CNRS, París, 2000.
9 Ibid., p.6, citando a E. Morin.
10 Ibid., p.8
4
agregado de discursos, ni en la hegemonía de un sólo paradigma sobre los
demás. La comunicación se despliega en el universo de lo social, se realiza
fundamentalmente en la relación intersubjetiva y mediática . De ahí que si la
comunicación tiene algo que decir, lo hace dando cuenta de las actividades
(interrelación, expresión, significación) que permiten, a distintos niveles, tanto
en una relación intersubjetiva como en los procesos mediatizados o mediáticos,
estar en relación con el otro.
Por eso, lo propio de la comunicación es dar cuenta de los procesos de
intercambio expresivo y de las mediaciones en dichos procesos formulados en
objetos de investigación. Y puesto que se trata de fenómenos sociales, allí se
ven implicadas lógicas diversas que intervienen sobre diferentes planos y
distintos enfoques, para dar cuenta de la complejidad de situaciones y
procesos en juego 11 .
En ese sentido, el desarrollo reciente de los estudios de la comunicación, su
constitución como campo académico 12 , la incidencia de la revolución
tecnológica en los objetos de estudio, además de las variaciones y cambios
culturales, políticos e históricos han colocado a la comunicación en un juego no
siempre simétrico de las comprensiones disciplinares con los acontecimientos
sociales, los caminos de la investigación con las nuevas exigencias de los
mercados o de la política. Esta intrincada trama ha llenado de tensiones y de
sugerencias los estudios de comunicación. 13
La investigación en comunicación, desde Norbert Wiener 14 , nació
interdisciplinaria, “más que un nuevo campo de especialización, la
comunicación adquiere estatuto científico en cuanto espacio interdisciplinar,
Wiener propone una nueva manera de hacer ciencia, pensar
comunicativamente los fenómenos, lo que equivale estudiar los
comportamientos de los fenómenos en cuanto complejos intercambios de
información, se arriesga a afirmar que en el universo todo comunica, pues está
hecho de un flujo permanente de intercambios” 15 .
El concepto de disciplina “es una categoría organizacional en el seno del
conocimiento científico; ella instituye allí la división y especialización del
trabajo… una disciplina tiende naturalmente a la autonomía, por la delimitación
de sus fronteras, la lengua que ella se constituye, las técnicas que ella está
conducida a elaborar o a utilizar, y eventualmente por las teorías que le son
11 Ibid., p. 26.
12 “Por “campo académico” entendemos, bastante más – de hecho otra cosa – que el conjunto de instituciones en que
se estudia la comunicación a nivel superior. Incluimos en él a la teoría, la investigación, la formación universitaria y la
profesión, y centramos el concepto en las prácticas que realizan actores o agentes sociales concretos – sujetos
individuales y colectivos como nosotros – con el fin de impulsar proyectos sociales específicos: en este caso,
estructuras de conocimiento y pautas de intervención sobre la comunicación social“. En: FUENTES NAVARRO, R.,
“Campo académico de la comunicación …” Artíc. Cit. En Rev.Signo y Pensamiento, N° 31 (1997), p. 4748.
13 MARTIN BARBERO, J. & REY, G., La formación del campo de estudios de Comunicación en Colombia. En:
Discurso y Razón. Una historia de las ciencias sociales en Colombia. Tercer Mundo, Uniandes, Fundación Social,
Bogotá, julio 2000, p. 239.
14 WIENER, Norbert, Cibernética y sociedad – O el control y comunicación en animales y máquinas, Barcelona,
Tusquets, 1998.
15 MARTINBARBERO,
Jesús y SILVA, Armando, Proyectar la comunicación, Bogotá, Tercer Mundo, 1998, p. 3.
5
propias”. 16 La proliferación actual de disciplinas académicas y noacadémicas
conducen a un crecimiento exponencial del saber que hace imposible toda
mirada global del ser humano, por el contrario la transdisciplinariedad es
complementaria, es multidimensional y multirreferencial.
La comunicación está más cercana al concepto de “campo” tal como se ha
expuesto y al concepto de transdisciplinariedad tal como se viene proponiendo
desde el Primer Congreso Mundial de la Transdisciplinariedad realizado en
Portugal en 1994, en donde los participantes escribieron y adoptaron la “Carta
de la Transdisciplinariedad”. La transdisciplinariedad “concierne, como lo indica
el prefijo “trans”, a lo que simultáneamente es entre las disciplinas a través de
las diferentes disciplinas y más allá de toda disciplina. Su finalidad es la
comprensión del mundo presente, uno de cuyos imperativos es la unidad del
conocimiento”. 17
En el contexto del la reflexión y los debates en América Latina para Gustavo
Cimadevilla 18 el campo de la comunicación parece reconocerse básicamente
como un conjunto de problemas, dado que cuando de estudios de
comunicación se trata, hablamos principalmente de conocimientos que tienden
a dar respuesta a interrogantes precisos. Así, hemos de reconocerlo como un
campo de conocimientos aplicados porque desde sus orígenes ha tratado de
resolver interrogantes que surgen de la propia dinámica de la sociedad,
atendiendo particularmente dos tipos específicos de problemas: los que se
refieren a la interacción y los que se vinculan a la significación.
Para Cimadevilla el diálogo entre interacción y significación, aún cuando pueda
ser en su divisibilidad parte correspondiente de otros objetos y disciplinas, es el
que en definitiva ha permitido crecer y caracterizar el campo. Sea tanto en su
recortes interpersonales como grupales, institucionales o colectivos, personales
o mediáticos, manuales o tecnológicos, es en la confluencia de esas instancias
donde particularmente se advierte la especificidad. Reafirmar el papel de las
preguntas en torno a esas relaciones y procesos, resulta entonces fundamental
para identificar el campo.
Por otro lado, los debates actuales en la ciencia, las estéticas y las ciencias
sociales y humanas presentan un enorme desafío para pensar y hacer
comunicación. Desde los planteamientos de N. Wiener, pasando por las
denominadas corrientes fundadoras (funcionalismo, estructuralismo, teoría
crítica) el campo de la comunicación aborda hoy los procesos culturales, la
globalización creciente, las implicaciones de la sociedad de la información y los
nuevos desafíos que, desde la ciencias “duras”, nos ubican en el paradigma de
la complejidad, de las estéticas, las subjetividades, la inestabilidades y las
16 MORIN, Edgar (1994), Sobre la interdisciplinariedad, contribución al Congreso de d’Arrabida, Bulletin Interactif du
Centre Internacional de Recherches et Estudes transdisciplinaires No. 2., p. 14
17 Cfr.: La transdiciplinariedad – Manifiesto, de Basarab Nicolescu, París, Ed. Du Rocher, 1999. (Traducción del
francés de Consuelle Falla).
18 CIMADEVILLA, Gustavo, La comunicación entre dudas, paradojas y algunas razones siempre provisorias, publicado
en la Revista Pensamiento Comunicacional Latinoamericano – PCLVol.
I, No. 2, 2000.
6
incertidumbre de que está hecha tanto la vida natural como la vida social y
cultural, y la investigación en comunicación enfrenta, al igual que las ciencias
sociales, la necesidad, como sostiene el brasilero Renato Ortiz, de crear tanto
nuevos conceptos y nuevas maneras de ver, como otros métodos que den
cuenta de los cambios socioculturales de la contemporaneidad, lo que nos
permite construir globalmente algunos de nuestros objetos de estudio. 19
El campo de la comunicación convoca pues múltiples discursos que se van
hibridando, que van abriendo paso a nuevos modelos que sintetizan posturas,
que releen paradigmas. Es importante señalar que las teorías de la
comunicación se inscriben en el escenario de la crisis de los grandes relatos,
que no es otra cosa que la crisis de la modernidad. Preguntas que se instauran
en terrenos en movimiento. El campo de la comunicación afecta y es afectado
por las nuevas preguntas que se producen en zonas de fronteras de las
disciplinas que lo atraviesan. Es un campo de «tejido complejo» (complexus: lo
que está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente
asociados donde se presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. A juicio de
Edgar Morin, “la complejidad es el tejido de eventos, acciones, interacciones,
retroacciones, determinaciones, azares que constituyen nuestro mundo
fenoménico”. 20
Los nuevos medios de comunicación o la red integrada de tecnologías de
comunicación digitales que está desarrollándose, ofrecen como aporte central
su capacidad de integración, de red, de interconexión e interactividad. A
diferencia de los medios masivos comunicación que eran centralizados y
verticales, hoy las comunicaciones e interpretaciones podrían ser
descentralizadas y horizontales, podrían encontrar su propio equilibrio en la
medida que ellas reflejen las energías humanas y las inclinaciones culturales
de la población a través de una gama de asuntos públicos cotidianos. Además,
los nuevos medios de comunicación son más baratos, disminuyen la sensación
de las distancias, aumentan la velocidad y el volumen de información,
diversifican el contenido, permiten el creciente flujo bidireccional, la flexibilidad,
la extensibilidad y la interconectividad. 21 Bajo esta perspectiva asistimos a una
nueva manera de comprender la comunicación: como red, tejido, interacción e
interconexión, que se constituye en fundamento de la cultura y la interacción
humana. Sin embargo, para el caso de América Latina estas potencialidades se
ven limitadas por la baja cobertura, la baja conectividad, el analfabetismo
tecnológico y los costos de la tecnología entre otras.
Los debates contemporáneos en América Latina, perfilan a la comunicación
más como un campo de conocimiento transdisciplinario que como una
disciplina. Es un campo de conocimiento desde el cual se puede comprender,
interpretar e intervenir a múltiples niveles los procesos de interacción y
19 ORTIZ, Renato, Otro territorio: ensayos sobre el mundo contemporáneo, 2a Ed., Bogotá, Convenio Andrés Bello,
1998, especialmente el artículo: ciencias sociales, globalización y paradigmas, pp. 157188.
20 MORIN, Edgar, Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, Gedisa, 1998.
21 NEUMAN, W., Russell, El futuro de la audiencia masiva, Santiago, Fondo de Cultura económica, 2002. p. 149 y ss.
7
significación a través de la creación, circulación y usos de medios y tecnología
y de formas simbólicas con multiplicidad de perspectivas: social, cultural,
ética, política, estética y económica entre otras. El debate aún no está cerrado
y se presenta como un desafío para la legitimación y consolidación del campo
académico de la comunicación y para las ciencias sociales en general, tanto en
el ámbito de la producción de conocimiento como en el ámbito de formación de
profesionales que demanda la sociedad.
2. Entre campo de investigación y de formación profesional
La Comunicación Social y el Periodismo son campos tanto de producción de
conocimiento, esto es de investigación, como de formación de profesionales
universitarios.
Como campo de investigación y de producción de conocimiento, es claro que la
comunicación se entiende como un modo peculiar de interacción mediadora y
mediada entre sujetosagentes
sociales 22 . Los procesos de interacción son
significativos y comprometen al ámbito de la vida cotidiana, las dinámicas
sociales y culturales, la esfera pública, las sensibilidades y las identidades
colectivas. La investigación en comunicación se centra en estudiar los procesos
de producción, circulación, intercambio, negociación y usos de formas
simbólicas en la vida social. Las formas simbólicas “son acciones, objetos y
expresiones significativas de varios tipos en relación a contextos y procesos
históricamente específicos y socialmente estructurados dentro de los cuales, y
por medio de los cuales, esas formas simbólicas son producidas, transmitidas y
recibidas.” 23 En tal sentido, la investigación en comunicación se pregunta por la
manera como una sociedad amplía o recorta la red de relaciones sociales, los
modos de expresión y significación de sus habitantes, la participación
ciudadana, la libertad de expresión y de información de diversos actores
sociales, el grado de accesibilidad a los medios de comunicación y el
reconocimiento que
éstos hacende
la pluralidad regional, social, cultural y
política de una sociedad.
Si comunicar significa negociar significados, "expresarse, interactuar, gozar,
proyectarse, afirmarse en el propio ser, abrirse al mundo, sentirse, sentir a los
demás y ejercer la calidad del ser humano" 24 , esa negociación e intercambio
no es transparente, es problemática. El “compartir y negociar” significados está
mediado por los conflictos, por las múltiples comprensiones del mundo, por los
enigmas, los secretos, la polisemia y las ambigüedades de las que está repleta
la experiencia humana. La comunicación es un asunto de interlocución
conflictiva de sentido en contextos determinados, y por su práctica pasan las
identidades regionales y locales, las diferencias culturales, sociales, políticas,
estéticas y éticas de los individuos y las sociedades.
22 PIÑUEL, José L. y GAITÁN, Juan, Metodología General: conocimiento científico e investigación en comunicación
social, Madrid, Editorial Síntesis, 1995. p. 221.
23 THOMPSON, John B., Ideología e cultura moderna: teoria social crítica na era dos meios de comunicacao de
massa, Rio de Janeiro, Vozes, 1995, p. 181
24 PRIETO, Daniel, Palabras e imágenes para la comunicación impresa: Curso a distancia en comunicación impresa,
Quito, UCLAP, 1996.
8
Desde el punto de vista de la investigación, la comunicación y otros campos
de conocimiento pretenden comprender entre otras cuestiones: ¿por qué el
hombre habla, y habla de tantas maneras?; si es posible la comunicación, y de
ser afirmativo; ¿cómo es que los seres humanos llegan a producir, compartir
sentido y a establecer acuerdos para la vida colectiva?; ¿qué hacer y cómo
cualificar la capacidad expresiva y comunicativa de los seres humanos?;
¿cómo interviene la comunicación en los diversos campos de las acciones
humanas?; ¿cuáles son los dispositivos, creados por la sociedad, para
controlar la libertad de opinión y expresión? y ¿cuál ha sido el impacto de las
transformaciones económicas, políticas y tecnológicas en los procesos
sociales, culturales y, especialmente, en el ámbito de la comunicación e
interacción social?; ¿cuál es el papel de los medios masivos de comunicación,
de las industrias culturales, de las empresas de comunicación en los procesos
de información y de opinión pública?
Aunque los medios masivos tienen un papel central los estudios de
Comunicación Social y el Periodismo, la investigación también incluye a los
otros modos de interacción, expresión y significación como la comunicación
interpersonal, la comunicación grupal, la comunicación no verbal, la kinésica, la
proxémica y los estudios sobre la imagen. Pero los medios masivos de
comunicación, sus modos de interacción y significación, constituyen el objeto
central de las investigaciones, ya no entendidos como herramientas e
instrumentos de transmisión de información y contenidos, sino como
mediadores sociales y culturales, instituciones de servicio público, como
agentes de socialización de sistemas referencia y de demandas sociales y
como dispositivos generadores de opinión pública.
Por otro lado, la Comunicación y el Periodismo son además, campos de
formación de profesionales universitarios, entendiendo que "un profesional es
la persona que desarrolla una competencia práctica que le permite
desempeñarse como un experto en su campo, sobre todo, en aquellas áreas
más complejas y sofisticadas donde lo que se premia es la capacidad de
innovación." 25 La competencia se define como “una actuación idónea que
emerge en una tarea concreta, en un contexto con sentido. La competencia o
idoneidad se expresa al llevar a la práctica, de manera pertinente, un
determinado saber teórico.” 26 Formar profesionales competentes implica,
entonces, pensar en la formación de ciudadanos idóneos para el mundo de la
vida, quienes asumirán una actitud interpretativa y crítica de cada problema o
situación, un análisis y una decisión o propuestas responsable para resolver
dichos problemas
La formación de profesionales en Comunicación Social, tanto en Colombia
como en América Latina, además de la formación de periodistas, incluye otras
25 BRUNNER, José Joaquín, Desafíos de innovación en la docencia universitaria, Santiago, FLACSO, Documentos de
trabajo, Serie Estudios Sociales No. 45., 1994, p.14.
26 BOGOYA MALDONADO, Daniel et. al., Competencias y proyecto pedagógico, Bogotá, Universidad Nacional,
segunda edición, 2000. (Edición Digital)
9
áreas como la producción audiovisual, la comunicación publicitaria, la
comunicación organizacional, la comunicación educativa, la comunicación
para el desarrollo, la producción radiofónica y la producción multimedial, la
comunicación intercultural entre otras. Las universidades, facultades y
programas universitarios le han apostado a la combinación de la formación
conceptualdisciplinar
y la formación prácticaespecífica
con la creación de los
denominados énfasis profesionales, lo cual ha enriquecido al campo no sólo en
la creación de nuevos objetos y ámbitos de investigación, sino también en la
formación de nuevos profesionales que demanda la sociedad.
La mayoría de los programas académicos profesionales en Comunicación
Social y Periodismo en Colombia han sido cuidadosos en no reducir su tarea a
la enseñanza de oficios y prácticas, en no caer en la trampa exclusiva de la
reproducción del mundo laboral en las aulas, de las profesiones y en centrar su
labor en la primacía de la razón técnicoinstrumental.
Creemos que, retomando
a José Joaquín Brunner, las universidades vienen trabajando, recreando el
sentido y las bases cognitivas de las prácticas y oficios propias de la
Comunicación Social y el Periodismo. 27
Esto significa que las universidades buscan que sus estudiantes comprendan la
época en la que desarrollan su tarea, fomentan y realizan investigaciones, así
como, forman integralmente a sus estudiantes con fundamentos teóricos y
éticos para intervenir en un contexto caracterizado por una crisis ética y
política, por la violencia cotidiana, las exclusión social, política y cultural, la
violación sistemática de los derechos humanos y la desinformación
generalizada.
El contexto colombiano, su historia y sus contradicciones ha implicado que las
universidades y en especial las Carreras de Comunicación Social y Periodismo
le apuesten a la formación de profesionales que investiguen, propongan y
diseñen formas y modos de comunicación que posibiliten entre otras
cuestiones las siguientes: el respeto a la vida, a la convivencia pacífica y a los
derechos humanos; la construcción de una cultura de lo público, de la
ciudadanía política y cultural, el diseño de políticas públicas y la construcción
de tejido social; el mejoramiento de la calidad de vida, el bienestar, la
construcción de capital social; el desarrollo humano sostenible con equidad y
justicia social; el reconocimiento del otro, de la diversidad étnica y cultural, de
las diferencias, de la multiculturalidad, el desarrollo de capital humano y,
finalmente el reconocimiento de lo local, de la expresión comunicativa y lúdica
de los ciudadanos a través de la creación de relatos, mensajes para la vida,
para la visibilidad pública y el ejercicio de la libertad de pensamiento y
expresión. 28
Para ello los programas académicos profesionales en Comunicación Social y
Periodismo han avanzado en la legitimación del campo a través de la formación
27 BRUNNER, o. c. p. 19
28 PEREIRA G., José Miguel y CARDOZO B., Martha, Comunicación, desarrollo y promoción de la salud:
enfoques, balances y desafíos, Bogotá, 2004, p. 13.
10
de profesionales y en sus currículos combinan teorías de comunicación y del
periodismo, asignaturas de ciencias sociales y humanas y contenidos
relacionados con los oficios, las destrezas y habilidades prácticas propias del
quehacer comunicativo y periodístico.
Entre este juego y tensión de la comunicación, como un campo del saber y
como un campo de formación profesional, se ha construido el debate
académico y profesional en Comunicación Social, no sólo en Colombia, sino
también en otros países de América Latina y el mundo. Esta es la actitud, que
han asumido las universidades y en especial, los programas académicos
profesionales en Comunicación y Periodismo en Colombia en los últimos años.
Hacia una epistemología de la comunicología:
la teoría de la comunicación en Serres
y en Martín-Barbero
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno
Universidad Autónoma del Estado de México / eli_luna_21@yahoo.com.mx
Antonio Arellano Hernández
Universidad Autónoma del Estado de México / aah@uaemex.mx
Abstract: Many works related to the epistemology of communicology, refer rather
to the degree of scientificity of this discipline than to the study of the conceptual and
methodological elaboration of the theories of communication. In this work we focus on the
analysis of the epistemological elaborations that support the communicological perspectives
of Jesús Martín Barbero and Michel Serres, in order to advance towards a reconstruction
of the epistemology of communicology. In order to do that, we present as an introduction,
the formation of both authors. Then, we start from the epistemology of the contemporary
world to locate the authors’ communicational analyses. In a third moment, we analyze the
authors’ methodological conceptions in the translation and mediations. Then, we talk about
the role of technicity and the notion of network in communication. At the end, we present
the epistemological conclusions of this comparative exercise and the lessons that could be
used to advance in an epistemology of communicology.
Key words: communicology, epistemology, Martín Barbero, Michel Serres.
Resumen: Numerosos trabajos que evocan la epistemología de la comunicología se refieren
al grado de cientificidad de la disciplina más que al estudio de la elaboración conceptual
y metodológica de las teorías de la comunicación. En este trabajo nos concentramos en el
análisis de las elaboraciones epistemológicas que sustentan los enfoques comunicológicos
de Jesús Martín-Barbero y Michel Serres, para avanzar hacia una reconstrucción de la epistemología
de la comunicología. Para tal fin, exponemos de manera introductoria la formación
de ambos autores. Enseguida partimos de la epistemología del mundo contemporáneo para
ubicar el análisis comunicacional de los autores. En un tercer momento, analizamos en los
autores sus concepciones metodológicas en la traducción y las mediaciones. En seguida,
abordamos el papel de la tecnicidad y la noción de red en la comunicación. Al final presentaremos
las conclusiones epistemológicas de este ejercicio comparativo y las lecciones que
podrían emplearse para avanzar en una epistemología de la comunicología.
Palabras clave: comunicología, epistemología, Martín-Barbero, Michel Serres.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
290
Introducción
La reflexión epistemológica sobre la comunicología proviene desde la fundación
de la cultura occidental. Esto quedó registrado en la Grecia antigua,
en el diálogo reportado por Platón sobre el cuestionamiento de Sócrates a
Gorgias, a propósito del estatuto de la retórica que tiene por fin la persuasión
(Platón, 388 a.C. edición de 2002). A lo largo de este diálogo, ocurrido en
400 a.C., el comunicólogo Gorgias va respondiendo a las preguntas epistemológicas
de Sócrates, y ambos van desplegando el plexo del dominio comunicológico
del análisis de los discursos en sus aspectos semánticos, sociosituacionales,
de contenido verídico y de orientación moral, que se discutirán
hasta nuestros días.
Comunicación es un término que se emplea para referirse a la acción de
comunicar, pero también, según numerosos autores (entre ellos, a los que nos
referiremos en el presente texto), para indicar el dominio o disciplina que
estudia la acción de comunicar.1 De acuerdo con el diccionario de la Real
Academia Española, la comunicación es la acción o efecto de comunicar o
comunicarse, y otras acepciones que no aluden a designarla como dominio
de conocimiento; en tanto que la comunicología es la ciencia interdisciplinaria
que estudia la comunicación en sus diferentes medios, técnicas y sistemas
(existe un artículo enmendado que la define como: Ciencia de carácter
interdisciplinario que estudia los sistemas de comunicación humana y sus
medios). En el trabajo que nos ocupa emplearemos comunicología, con una
salvedad: dado que nuestro estudio es sobre la epistemología de la comunicología
no aceptamos a priori el estatuto de cientificidad que se le atribuye en el
diccionario aludido; en cambio, el término dominio comunicológico, para evocar
el estudio del fenómeno de la comunicación nos parece claro y suficiente
epistemológicamente.
El tema del estatuto científico de la comunicología es importante para los
teóricos de la comunicación, interesados en ofrecer certeza, veracidad, comprobabilidad,
reproducibilidad y replicabilidad de sus conocimientos sobre
la comunicación; sin embargo, la cientificidad no se alcanza mediante actos
volitivos ni declarativos. Asimismo, discutir sobre los indicadores de cientificidad
de algún dominio o disciplina no necesariamente significa abordar la
epistemología de las teorías comunicacionales, puesto que en el primero no
se atiende la forma en cómo se elaboran los conocimientos, sino tan sólo las
posturas del estatuto de la legitimidad de su objeto de estudio, de la calidad
1 Es el caso de autores como Jesús Martín Barbero (1993, 2002a, 2002b) e Inés Cornejo
Portugal (2007).
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
291
objetiva y veraz de los conocimientos que produce, así como de la pertinencia
de los métodos que emplea para estudiar el fenómeno comunicativo.
De acuerdo con Tanius Karam (2007), a partir de investigadores mexicanos
como Raúl Fuentes Navarro, Jesús Galindo y Martín Serrano, la discusión
respecto al estatuto científico de la disciplina puede sostenerse de forma
tal que nos lleve a reflexionar sobre las posibilidades científicas de la comunicación.
Karam considera que “el debate (estatutario) señala algunos aspectos
dentro de la epistemología de la comunicación y el de la construcción de una
ciencia general para explicar la realidad social y la cultura”2 (Karam, 2007:
97); para él, el estatuto de la comunicología es útil para abordar los elementos
conceptuales necesarios para conformarse como ciencia.
En el presente artículo nuestro interés comunicológico se expresa en el
estudio de la construcción epistemológica de las teorías de la comunicación,
y no en el estatuto científico de la comunicología.
El presente trabajo tiene como objetivo iniciar la construcción de una
propuesta metodológica analítica reconstructiva de los elementos comunicacionales,
que sustentan la elaboración epistemológica de los enfoques conceptuales
de Jesús Martín-Barbero y Michel Serres, para avanzar hacia una
epistemología en la comunicología.
Para desarrollar nuestro objetivo, en primer término, exponemos de manera
introductoria la formación de ambos autores. Enseguida partimos de la
epistemología del mundo contemporáneo para ubicar el análisis comunicacional
de los autores. En un tercer momento, analizamos en éstos sus concepciones
metodológicas en la traducción y las mediaciones. Después abordamos
el papel de la tecnicidad y la noción de red en la comunicación. Al final,
presentaremos las conclusiones epistemológicas de este ejercicio comparativo
y las lecciones que podrían emplearse para avanzar en una epistemología
de la comunicología.
Este texto es la síntesis del interés comunicacional epistemológico de la
autora y del interés epistemológico comunicacional del autor, en el cual se
trata de explotar el conocimiento comunicacional de la autora con la experiencia
epistemológica del autor.
Antes de iniciar nuestro análisis es necesario aclarar que hemos escogido
examinar las posiciones de estos autores, debido a la importancia y representatividad
conceptuales y metodológicas en el dominio de la comunicología
contemporánea. Esta importancia se deriva de dos hechos: 1) A partir de los
años setenta en Latinoamérica comienza a surgir un enfoque sociocultural
2 Karam menciona sólo de pasada epistemológica que Martín Serrano trata la comunicación
como una episteme, en sentido foucaultiano.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
292
para el estudio de la comunicación en la cultura (Cornejo, 2007); Martín-
Barbero es considerado uno de sus más representativos exponentes. Su trayectoria
está acompañada de numerosas publicaciones en las que a través de
las mediaciones estudia el fenómeno de la comunicación en la cultura, de ahí
que su obra resulte relevante para el estudio de la comunicología.
2) Por otra parte, la obra de Michel Serres ha sido poco abordada en
Latinoamérica3 para el estudio del fenómeno comunicacional. Sin embargo,
es vasto su trabajo respecto al estudio de la historia de las ciencias y de la cultura
griega, en el cual el método de la traducción, la noción de hibridación,
red y mediaciones son significativos para los estudios de la epistemología de
la comunicología.
El análisis comparativo que nos proponemos no es artificial o desconectado
en sus fuentes conceptuales, los enfoques comunicológicos de ambos
autores tienen puntos de relación porque el propio Martín-Barbero ha sido
receptor de la obra serresiana, y ha empleado y citado en numerosas ocasiones
el trabajo de Serres. En este análisis mostraremos los enfoques conceptualmetodológicos
de ambos autores y las características de la relación aplicada
por Martín-Barbero.
Martín-Barbero y Serres: presentación
Martín-Barbero es considerado como semiólogo, antropólogo y filósofo,
es un experto en comunicaciones y medios que ha producido importantes
síntesis teóricas en Latinoamérica acerca de la posmodernidad (http://
es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_Mart%C3%ADn-Barbero).4 Estudió
Filosofía y Letras en la Universidad Católica de Lovaina, donde se doctoró
en 1971, y Antropología y Semiótica en la Escuela de Altos Estudios de París
(http://www.infoamerica.org/teoria/martin_barbero1.htm).
Es uno de los fundadores de los llamados Estudios Culturales en Latino-
3 Es pionero en Latinoamérica el artículo de Antonio Arellano Hernández (2000) sobre la
filosofía de Michel Serres. En este trabajo se aborda la obra del autor y se analiza el método
de la traducción, donde la hibridación, las mediaciones y la red se encuentran en constante
interacción e intercambio de significados. Además, dicho texto ha sido inspirador para comenzar
este trabajo.
4 Se recurre a esta fuente sólo para rescatar la denominación popular del autor, párrafos más
adelante recurrimos a la misma fuente para presentar la visión popular de Serres.
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
293
américa, que al igual que los teóricos de la Escuela Crítica de Birmingham,5 retoman
a la noción de cultura para explicar el fenómeno de la comunicación.
Martín-Barbero coadyuva junto con Néstor García-Canclini, principalmente
(Cornejo, 2007), para crear una corriente de pensamiento acorde con
la realidad latinoamericana, en la cual se considerara su historia, el hecho
de que la modernidad había llegado retasada y que –en palabras de Martín-
Barbero–, “agotado el motor de la lucha de clases, la historia encontraría el
recambio en los avatares de la comunicación” (Martín-Barbero, 1990: 10). Su
interés está en reorientar los estudios en comunicación desde una perspectiva
cultural y poniendo atención al receptor, abandonando la corriente marxista
desde la cual se abordaban los estudios sobre comunicación.
En el texto Histoire des théories de la communication, Armand y Michele
Mattelart (2008) contextualizan los trabajos de Martín-Barbero, junto con
los de Ortiz, García- Canclini, Appadurai y Gruzinski, al considerar que en
la década de 1980, las teorías de la comunicación:
Pusieron atención a las lógicas de reterritorialización y a los procesos de mediación
y de negociación entre las restricciones exteriores y las realidades singulares. […] en
Asia como en América Latina, se interrogan sobre los procesos complejos de apropiación
y reapropiación, de resistencias y mimetismos. Nuevos conceptos expresan
este deseo de enfocar mejor estas articulaciones finas: creolización, mestizaje, hibridación
o modernidad alternativa (Mattelart y Mattelart, 2004: 95).
Asimismo, Martín-Barbero ha escrito artículos (1987, 1990, 1993, 2002)
en los que refuerza su propuesta de investigación, que desde las prácticas sociales
problematiza el sentido de la comunicación en la cultura, desde una
perspectiva transdisciplinaria. Igualmente ha descrito cómo se instauró el
análisis de la comunicación inserta en la cultura en Latinoamérica (Martín-
Barbero, 2002). Además de su destacada propuesta para pasar el estudio de
los medios a las mediaciones (Martín-Barbero, 2003; Mattelart y Neveu,
2008: 78).
Por otra parte, Serres es un filósofo e historiador de las ciencias, miembro
de la Academia Europea de Ciencias y Artes. Cursó la carrera naval (a resultas
de lo cual participó, por ejemplo, en la reapertura del canal de Suez entre
1956 y 1958), y se licenció y más tarde doctoró en Filosofía (1968) (ttp://
es.wikipedia.org/wiki/Michel_Serres).
5 Inés Cornejo Portugal (2007) menciona que los aportes de los también denominados
Cultural Studies es el rescate de la cultura popular como espacio de resistencia y negociación
con las industrias culturales, además de la disputa por la hegemonía de los medios de comunicación
desde una perspectiva crítica; Richard Hoggart, Stuart Hall y Raymond Williams
son los principales exponentes de este pensamiento que conserva una tradición marxista.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
294
Su vida y obra no pueden ser entendidas desde una escuela de pensamiento,
tal y como sucede con Martín-Barbero, pues mientras que en este último
la escuela a la que pertenece define sus referencias epistemológicas, con Serres
hay que prestar atención a su propuesta epistemológica proveniente de las
ciencias duras, principalmente las matemáticas, para comprender los procesos
de traducción entre naturaleza y cultura.
Como explica Arellano (2000), “la vida y obra de Serres estuvo marcada
por la revolución científica y la industrialización de la guerra. Estas condiciones
no hacen de Serres un humanista, o en todo caso, no en el sentido clásico
del término, su profundo conocimiento de las ciencias ‘duras’ y pensamiento
filosófico le conducen a vislumbrar una concepción en la que los aspectos
técnicos y humanos se traducen en la cultura” (Arellano, 2000: 35). De ahí
que en Serres la construcción de la comunicología no sólo está referida a los
aspectos culturales y sociales, sino que también atiende los aspectos técnicos
y, por lo tanto, materiales.
Los elementos que intervienen en la obra filosófica de Serres se derivan de
las ciencias tales como las matemáticas, la biología y la física, de las cuales el
autor construye una teoría de la comunicación en la que los procesos de deducción,
inducción, producción y la traducción forman parte de los procesos
comunicativos (Serres, 2000).
Curiosamente, los Mattelart otorgan en su historia de las teorías de la
comunicación un papel destacado al “modelo de la traducción”, atribuido a
Bruno Latour y Michel Callon (Mattelart y Mattelart, 2004: 90); sin embargo,
no consideraron que estos autores reconocen el origen serresiano del
concepto traducción, mismo que ellos aplicaron en su sociología de ciencias y
técnicas. Hecha esta corrección, podemos decir que el papel de la noción serresiana
de traducción ha influido a Callon y Latour, pero poco en las teorías
de la comunicación contemporáneas.
Así, observamos que el enfoque de la comunicación en la cultura de
Martín-Barbero tiene su origen y desarrollo en el movimiento de los llamados
estudios culturales; por su parte, Serres despliega una noción metodológica
de traducción derivada de la filosofía e historiografía de ciencias, en
sentido amplio.
Epistemología del mundo contemporáneo, comunicación y comunicología
Hace algunas décadas surgió un poderoso movimiento intelectual conocido
como posmodernismo, mismo que ha tenido una gran influencia en todos los
ámbitos del pensamiento y la epistemología en el mundo contemporáneo; ha
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
295
venido a desafiar las grandes certezas, los métodos de investigación convencionales,
las técnicas de estudio, los mecanismos de validez de conocimientos
y aun el estatuto de las disciplinas convencionales que se vinieron desarrollando
desde hace tres siglos, bajo el título de la modernidad. A cambio de
la devaluación del pensamiento moderno, este movimiento ha propuesto el
eclecticismo generalizado de todos los órdenes del conocimiento.
La expresión de la confrontación entre las formas epistemológicas de
producir conocimientos en la época moderna y posmoderna se despliegan
en todos los órdenes del mundo contemporáneo, y ocurren, por consecuencia,
parafraseando a Bourdieu y sus colegas (1975), en el oficio de la
comunicología.
Latour ha estudiado la epistemología del mundo contemporáneo y nos
parece que su análisis posibilita la indagación sobre la forma como ambos
autores construyen sus nociones sobre la comunicación y su epistemología.
La modernidad, entendida desde una perspectiva epistemológica, irrumpió
en nuestra forma de concebir el mundo. Para Latour (1993) el término
moderno designa dos prácticas que le permiten seguir siendo eficaz.
El primer conjunto de prácticas crea, por “traducción”, mezclas entre géneros de seres
enteramente nuevos, híbridos de la naturaleza y la cultura. El segundo crea por “purificación”
dos zonas ontológicas completamente diferenciadas, la de los seres humanos
por un lado, la de los no humanos por otro (Latour, 1993: 25).
De esta forma el estudio de nuestro mundo ha quedado dividido en dos
grandes dominios, las ciencias naturales y las ciencias sociales y humanidades;
en las primeras la naturaleza se tomó como única y universal, mientras
que a la cultura se le asignó una posición relativa (Arellano, 2007a y s/a).
La llamada modernidad aseguró su éxito con este pensamiento dividido
que aceleró la proliferación de artefactos híbridos (mezclas de naturaleza y
cultura), pero, a su vez, fue promovida por una “dominación” (desacralización)
de la naturaleza y la supremacía de las ciencias naturales.
En tiempos más recientes, se ha expuesto que la modernidad ha entrado
en crisis, pues sus elementos de análisis resultan insuficientes para la comprensión
de la realidad contemporánea; algunos teóricos pretenden resolver
dicha decadencia a través de una postura posmoderna, tal es el caso de Francois
Lyotard (2000), Clifford Geertz (1998), Marc Augé (1993), entre otros,
que concretamente relativizan el tiempo, el espacio y los métodos de estudio,
conservando el pensamiento dividido heredado por la modernidad. Asimismo,
mencionan que la posmodernidad es la época contemporánea en la cual
existe un vaciamiento de sentido que está llevando a la deshumanización y a
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
296
la fragmentación del tiempo y el espacio; por eso se presta mayor atención a
conocer los imaginarios colectivos6 que a la búsqueda de la razón.
Martín-Barbero se ha mostrado a favor de este pensamiento, cuando escribe:
Fuertemente cargada de componentes premodernos, la modernidad latinoamericana
se hace experiencia colectiva de las mayorías sólo merced a dislocaciones sociales y
perceptivas de cuño posmoderno. Una posmodernidad que en lugar de venir a reemplazar,
viene a reordenar las relaciones de la modernidad con las tradiciones, que es el
ámbito en que se juegan nuestras diferencias (Martín-Barbero, 1993: 62).
Es decir, la posmodernidad al “reordenar las relaciones” continúa trabajando
con algunos elementos modernos, pero que son susceptibles de relativizarse.
Para Martín-Barbero, “ahora entramos en un tiempo esférico que al desrealizar
el espacio liquida la memoria, su espesor geológico y su carga histórica”
(2002a: 269); siendo así, el tiempo y el espacio no tienen referentes, por
lo tanto, interesa el sentido social que se le otorga en lo cotidiano.
Para Martín-Barbero la comunicación está relacionada con la producción
simbólica (2002a, 2002b, 2003); de ahí que la cultura en tanto praxis sea
sinónimo de comunicación (2002a). La cultura permea todas las prácticas
sociales, que a su vez pueden estar relacionadas con la política y la economía;
de ser así:
Los desplazamientos con que se buscará rehacer conceptual y metodológicamente el
campo de la comunicación provendrán tanto de la experiencia de los movimientos
sociales, así como de la reflexión teórica que articulan los estudios culturales (Martín-
Barbero, 2000a: 31).
La comunicación (entiéndase que se refiere a la comunicología, en la acepción
de los autores del presente texto) se convierte en un campo transdiciplinar
en el que se articulan distintas disciplinas en torno al fenómeno de la
comunicación (Martín-Barbero, 2002a, 2002b).
Por el contrario, para Latour (1993) la amodernidad puede ser entendida
en primer término con una revelación: la modernidad no existe y nunca ha
existido, pues todos los días observamos estas mezclas de naturaleza y humanidad.
Lo que sucedió fue que la modernidad creó una asimetría entre
hombre y naturaleza, colocándolos en mundos diferentes y, por lo tanto, en
6 El término “imaginario social” es expuesto en 1975 por Cornelius Castoriadis en su libro
L´institution imaginaire de la société. Él considera que la realidad es el resultado de la relación
inextricable entre sociedad y psique, en la cual la imaginación se convierte en un acto de
creación humana que lleva al cambio. Para Castoriadis el imaginario social es el equivalente
a la realidad, en tanto se representa, significa y crea socialmente. Martín-Barbero (2002)
utiliza de forma muy cercana el término, pues lo considera como las intersubjetividades compartidas
colectivamente que conforman la realidad social y cultural.
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
297
estatus de análisis distintos. Así, las ciencias naturales se hicieron cargo del
estudio de la naturaleza, mientras que las sociales y humanidades, del estudio
de la sociedad.
La separación analítica de los modernos permitió una creciente afluencia
científico-técnica; sin embargo, dicha separación no existe en la práctica, ya
que diariamente los objetos fabricados en laboratorios tecnocientíficos son
introducidos en nuestra vida cotidiana (Latour, 1993). Resultado de la mezcla
entre cultura y naturaleza, los artefactos están dando testimonio de ambas
entidades simultáneamente (Latour, 1993). De esta forma, Latour (1993)
y Arellano (s/a) proponen elementos de análisis que parten de esta noción
mezclada que es compartida por Serres.
Para éste, en el estudio de la naturaleza también hay construcciones; de
ahí que no exista una separación en las ciencias naturales y la sociales y humanas.
A diferencia de la postura posmoderna, la relativización del tiempo
y el espacio no conlleva la fragmentación, sino que se encuentran referidos
topológicamente.7
La separación entre naturaleza y cultura, producto de la modernidad y
adoptado más recientemente por la posmodernidad, no se encuentra presente
en Serres. Observamos que en el estudio de la tecnicidad realiza un análisis
histórico en el ensamble entre mensaje y soporte, donde las técnicas y el hombre
son traducidos simultánea y recíprocamente.
Serres menciona que “el saber contemporáneo, en su totalidad, es una
teoría de la comunicación” (Serres, 2000: 37); por ello le otorga un sentido
epistemológico en el que la comunicación concentra una serie de procesos
(deducción, inducción, producción y traducción), que conforman el conocimiento
(Serres, 2000). De ahí que afirme que “no hay más que una historia,
no hay más que una ciencia” (Serres, 2000: 38). Esta es la comunicación,8
pues para Serres (2000) no hay fronteras, sino una serie de ramas en el árbol
del conocimiento que están transportando información.
Serres considera que Descartes tenía una exigencia en cuanto a la distinción
y claridad que conducía a la separación y descartaba las mezclas que se
llaman curvas mecánicas, cálculo infinitesimal (Serres, 2000). “Leibniz por el
contrario, recortaba con una espada riendo, el mar, para clasificar las ciencias”
(Serres, 2000: 61). De esta forma, la ciencia continúa siendo como un árbol
7 Más adelante se hará referencia al término, aunque resulta conveniente recurrir al texto
de Antonio Arellano Hernández (2000).
8 Para Serres (2000), “a partir de Montaigne y de la revelación completa de la Tierra, no hay
otra novedad, en la cultura, más que la científica”.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
298
con ramificaciones, pero pertenecientes al mismo tronco del conocimiento;
de ahí su postura no disciplinaria de la ciencia, en la cual no se trata de que las
disciplinas se mezclen, pues ellas mismas ya lo están.
El campo de observación de Martín-Barbero es el de la comunicación en
la cultura contemporánea, para él está rota la conexión entre presente y futuro
y no tiene dificultad de asumirse como posmoderno; en cambio Serres
trabaja la filosofía e historiografía de la ciencia y la técnica desde el horizonte
histórico de la cultura occidental.9 Empleando la métrica de la epistemología
desplegada por Latour, encontramos que Martín-Barbero se coloca en
el campo del posmodernismo; en cambio, Serres en uno que evita el debate
modernismo/posmodernismo y que puede evocarse como amodernismo
(Arellano, 2000).
Mediaciones, hibridación y traducción: el método
La posición epistemológica general de los autores prefigura el diseño del método
específico de investigación que se aplica al tema de estudio, su ámbito
de aplicación y el sentido espacio-temporal de la comunicación. En nuestro
análisis, el método general de Martín-Barbero es la mediación, su ámbito es
el lugar, y el tiempo se disocia del espacio; en tanto que para Serres el método
general es la traducción, su ámbito es la cultura en sentido amplio, y el tiempo
no está disociado del espacio. En ambos casos se alude a la hibridación como
método.10
En el libro De los medios a las mediaciones (2003), Martín-Barbero realizó
una propuesta donde afirma que la disciplina de la comunicación debe pasar
del estudio de los medios de comunicación al de las mediaciones (tecnicidad,
ritualidad, socialidad e institucionalidad), que atraviesan al receptor en sus
prácticas cotidianas como expresiones de la cultura popular y de la política.
Las mediaciones se refieren al cambio en las articulaciones entre las lógicas de
producción, matrices culturales, competencias de recepción (consumo) y los
9 Por ejemplo, cuando se refiere a las matemáticas, explicita que éstas son mucho más antiguas
que la llamada modernidad (Serres, 1969), y cuando se refiere a las ciencias de la vida
contemporáneas considera que contienen planteamientos provenientes desde tiempos de la
antigua cultura griega (Serres, 1987).
10 El término hibridación es utilizado por Martín-Barbero y Serres como método de estudio;
sin embargo, mientras que en este último es sinónimo de traducción, en el primero es el
equivalente a las mezclas culturales. Para facilitar el análisis, en el texto utilizaremos el término
hibridación para evocar el método de García-Canclini, que recupera Martín-Barbero, y
traducción para referirnos al método de Michel Serres.
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
299
formatos industriales (Martín-Barbero, 2003: xvi) que tienen como centro
de estudio la comunicación, la cultura-política. A través de las mediaciones
Martín-Barbero analiza las formas como se ponen en circulación mensajes y
se les van otorgando distintos significados.
Para Martín-Barbero (2003) los mediadores humanos son quienes pueden
modificar el mensaje. La ritualidad, la socialidad y la institucionalidad
le son útiles para explicar los trayectos de lectura ligadas a las condiciones
sociales del gusto, a la praxis comunicativa, los movimientos sociales y los
discursos públicos (Martín-Barbero, 2003). Considera que la tecnicidad “es
menos asunto de aparatos que de operadores perceptivos y destrezas discursivas”
(Martín-Barbero, 2003: xix); de ahí que a los artefactos no los vea como
mediadores, sino como intermediarios y, por lo tanto, apáticos frente al proceso
de comunicación. Los mensajes son puestos en circulación y reapropiados
por humanos, los artefactos tan sólo los transmiten.
En el análisis de las mediaciones, Martín-Barbero considera que sólo los
humanos pueden ser mediadores, pero los artefactos no; su estudio sobre la
mediación técnica observa a los artefactos como elementos constitutivos para
el análisis comunicacional sólo desde su impacto, en tanto está interesado en
la forma en como son utilizados y manipulados por los humanos.
Martín-Barbero retoma el concepto de hibridación de Néstor García-
Canclini, quien menciona: “Entiendo por hibridación procesos socioculturales
en los que las estructuras o prácticas discretas, que existían en forma
separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas”
(García-Canclini, 1989: III). Es decir, la mezcla de prácticas sociales de distintas
comunidades es un proceso de hibridación,11 que se ha ido extendiendo
con la globalización de la cultura (Martín-Barbero, 2002), en la medida
que hay una mezcla de lo local con lo global, de la admisión de términos,
conceptos propios de una cultura globalizada (por ejemplo: celular, fast food)
que se reapropian localmente, pero otorgándoles un nuevo sentido (Martín-
Barbero, 2000a).
Es decir, el análisis de los procesos de hibridación va a la par del de las
mediaciones, pues ambos despliegan las distintas formas de producción simbólica.
En las mediaciones es a través de la reapropiación cultural, y en la
11 Al respecto, Goody (1996) afirma que estas relaciones e intercambios entre los pueblos
del mundo existían desde hace más de dos mil años. Con la invención de la escritura, dichos
pueblos fueron influidos en cierto grado por la circulación de la palabra, es decir, por personas
que sabían leer y escribir. Por esta razón, los procesos de hibridación que menciona
García-Canclini no son novedosos y más aún, tendríamos serias dificultades para definir las
“estructuras” o “prácticas” esenciales iniciales de un pueblo no híbrido.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
300
hibridación, de la mezcla cultural. Ambos procesos se realizan a través de los
intercambios entre los mediadores humanos.
En las mediaciones y la hibridación, el tiempo y el espacio son disociados
sin tomar en cuenta sus referentes, pues sólo prestan atención al sentido que
se tiene de ellos, ambos están atravesados por la mediación tecnológica técnica.
El tiempo cobra un sentido efímero, que es “ése que se expresa en la corta
vida de la mayoría de los objetos que ahora se producen […] y en el valor del
presente, cuando ni el pasado ni el futuro cuenta mucho” (Martín-Barbero,
1993: 65). Martín-Barbero considera que “las nuevas tecnologías están trastornando
la economía del tiempo” (2002a: 197), y explica:
Durante siglos los cambios fueron lentos, muy lentos, de manera que una generación
tenía “tiempo” de contárselos a la siguiente. Nosotros estamos viviendo la entrada de
otro régimen de tiempo […] La aceleración de los cambios hace parte del movimiento
de la comunicación […] pero también nos conduce a una actualidad histérica que
desvaloriza cualquier otro tiempo. Ya sea el tiempo de la historia […] o el tiempo de
las culturas (Martín-Barbero, 2002a: 197).
Para Martín Barbero la noción del tiempo se ha multiplicado, las representaciones
que se hacen de él corresponden al efecto globalizador y a la incursión
de las nuevas técnicas en nuestra vida cotidiana.
Inspirándose en De Certau, el espacio toma la forma de “lugar”, mismo
que “es el equivalente de la palabra, ámbito de apropiación, de prácticas ya
sean del habitar o el transitar” (De Certau, en Martín-Barbero, 2002: 264-
265). Martín-Barbero lo entiende como el anclaje temporal de la práctica
social. Para nuestro autor, los lugares son espacios ya perdidos en las sociedades
contemporáneas, resonancias de tiempos idos por los cuales vale la pena
luchar para recuperarlos y mantenerlos inmunes de las fuerzas mediáticas
globalizadoras.
Si la anterior definición de lugar es modernista, el espacio ha sido entendido
al estilo posmoderno por Augé. Según él:
Esta concepción del espacio se expresa […] en los cambios de escala, en la multiplicación
de referencias imaginadas e imaginarias [...] y conduce concretamente a modificaciones
físicas considerables: concentraciones urbanas, traslados de poblaciones
y multiplicación de lo que llamaríamos los “no lugares”, por oposición al concepto
sociológico de lugar, asociado por Mauss12 (Augé, 1993: 40-41).
Para Martín-Barbero, el “no lugar” está expresado en las subjetividades
colectivas y cotidianas de las personas que habitan las ciudades contemporáneas.
12 Para Mauss (1979) las sociedades del mundo están definidas en el tiempo y el espacio,
de ahí que el “lugar” se refiere a su trascendencia histórica.
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
301
Podemos sintetizar que Martín-Barbero en el análisis de las mediaciones,
la mediación técnica no considera a los artefactos como elementos constitutivos
para el análisis comunicacional, puesto que no pertenecen al mundo
de los humanos. El autor utiliza como recurso metodológico los procesos de
mediación e hibridación para explicar las prácticas comunicativas entre humanos
en un tiempo y espacio que han perdido su conectividad.
Un ejemplo respecto a las mediaciones y la hibridación es cuando colocando
en escena a los jóvenes, Martín-Barbero (2000b) considera que ellos
reúnen las características de lo que ha denominado la glocalidad de lo urbano,
pues son resultado de la mezcla entre las culturas ligadas a estratagemas
de mercado y las que mantienen una continua distancia y prevención (la de
los adultos). Estos jóvenes se organizan en pandillas juveniles, comunidades
pentecostales, guetos sexuales, entre otros, para constituir los nuevos modos
urbanos (Martín-Barbero, 2000b).
En Serres, la traducción consiste en mecanismos de “puesta en equivalencia
y mezcla de entidades acrónicas y de origen diferentes” (Arellano, 2000:
36), que posibilitan la elaboración de realidades inéditas. La traducción se
realiza “mediante la búsqueda de los elementos intercambiables que permitan
que entidades en estudio puedan ser comparadas y rendirse equivalentes
mediante la transposición de características, significados y significantes”
(Arellano, 2000: 36); por lo tanto, los mediadores pueden ser humanos o
no-humanos, pero ambos por sí mismos están traduciendo los mensajes, y
eso los mantiene vinculados (Serres, 1992; Arellano, 2000).
A diferencia de Martín-Barbero y García-Canclini, en Serres la traducción
es sinónimo de la hibridación, y puede aplicarse como método al estudio de
elaboración de entidades terceras a partir de elementos tan distantes ontológicamente
como son la naturaleza y la cultura, la técnica y la sociedad.
Por ello, para definir la cultura, Serres considera dos aspectos; por una
parte, se caracteriza por el proceso de aculturación, es decir, el “viaje” y la manera
de habitar el mundo que permite, de vecindad en vecindad, encontrar al
otro y formar una colectividad. Por otra, el individuo juega un papel activo
en la cultura que se expresa cuando un individuo decide: yo no pertenezco
a esta cultura de aquí (Serres, 2001). Es decir, la cultura concentra una serie
de procesos que transportan significados y significantes a diferentes escalas.
Por esta razón, la llamada “globalización” no es intrínsecamente una amenaza
para la “cultura local”.
Para Serres, el ámbito de la traducción tiene alcances tanto en la naturaleza
como en la sociedad y puede constatarse empíricamente con el surgimiento
de nuevas entidades derivadas de otras distintas. Para él, en cualquier parte y
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
302
de modo topológico13 “pueden existir totalidades locales en el seno del conjunto,
de nuevo diferenciadas entre ellas, que mantengan entre sí relaciones
tan numerosas como los elementos mismos” (Serres, 1996a: 16).
En Serres, los humanos y los artefactos comparten la vida, pues éstos han
sido construidos por los primeros. Su tecnicidad es resultado del intercambio
de propiedades humanas y de la naturaleza. Para Serres todo objeto (vivo o
no) posee cuatro características: recepción, transmisión, almacenamiento y
tratamiento de información (Serres, 2007 y 1969) que les posibilita su propiedad
de mediadores.
Para este autor los mediadores transportan el mensaje.14 Esto parecería
muy clásico si no fuese porque para él el transporte es un proceso de modificación
del medio, del mensaje y del significado; lo cual quiere decir que la
transmisión de los mensajes es un método incesante de traducción y recambio
de códigos.
En el proceso comunicacional advierte la importancia de encontrar el
ensamble entre soporte (artefactual o humano) y mensaje (Serres, 2007),
para entender los cambios históricos en nuestra tecnicidad comunicacional,
en el sentido heterogéneo del término. Serres se ha inspirado en la noción
de organización de Leibniz, según la cual se asienta en la comunicación de
substancias, de manera que la abstracción nace de la exigencia de la mejor
comunicación posible, y ésta tendría un soporte matemático; inversamente,
la matemática no es un soporte cualquiera sino un diccionario (Serres, 1969)
que posibilita codificar la comunicación. Dicho de otra manera, con Serres
pasamos de la comunicación matemática a la matemática de la comunicación,
mediante la cual se concretizan formas de organización social a través de códigos
compartidos colectivamente.
Ahora bien, “para Serres el tiempo transcurre según una variedad extraordinariamente
compleja, con puntos de parada, rupturas, vías de aceleración
exacerbada, lagunas, desgarres, todo esto sembrado aleatoriamente y en un
aparente desorden” (Arellano, 2000: 35-36). Eso sucede así porque el tiempo
y el espacio son transportados en las redes (Serres, 2000) producidas por las
traducciones de manera no lineal.
Un ejemplo que permite concentrar las distintas nociones presentes en
el método de traducción es con “la puesta en situación de un automóvil. En
13 La topología permite representar el orden y cambios de los elementos en interacción
espacial y, a su vez, definir las interrelaciones existentes entre ellos a lo largo de los cambios
de su forma. La topología serresiana no es fractal, como veremos más adelante..
14 Para Serres, “el término método retoma su sentido obvio de transporte” (Serres, 1969: 10).
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
303
efecto, este artefacto concentra en un mismo objeto invenciones que datan del
neolítico (la rueda), con otras que tienen doscientos años (el ciclo de Carnot)
y otras que sólo tienen algunas décadas de invención (los microcomponentes
electrónicos)” (Arellano, 2000: 8). En este ejemplo la relativización del tiempo
y el espacio mantienen su conectividad a través de elementos materiales,
además, entidades de distinto origen (naturaleza y cultura) se mezclan para
posibilitar la invención de entidades terceras.
Martín-Barbero despliega su método de estudio desde el posmodernismo,
los procesos comunicativos ocurren entre entidades del mismo origen,
por lo que el tiempo y el espacio son fragmentados por el impacto en la vida
cotidiana de las “nuevas tecnologías”, los medios de comunicación y la globalización.
Por su parte, Serres visualiza los elementos sociales, culturales y
técnicos de forma mezclada. A través de la traducción, puede darse cuenta de
la comunicación como un proceso en el que los interlocutores intercambian
significados y significantes construyendo nuevas entidades significativas,
pero también materiales y colectivas. Estas traducciones ocurren de manera
que las entidades se encuentran coopresentes, sintetizadas en las situaciones
del mundo donde ocurre la comunicación.
Tecnicidad15 y red de comunicación
El tema de la tecnicidad en la comunicología es recurrente, empíricamente se le
evoca ya sea como medios de comunicación masiva (radio, televisión, cine, prensa,
internet) o más recientemente como nuevas tecnologías de la comunicación
(satélites, computadora, celular, reproductores de audio, etcétera). Sin embargo,
a la técnica se le asume acríticamente en calidad de artefacto y se le reconoce
como un dato comunicacional de origen exótico, suministrado apriorísticamente
al mundo social y comunicativo bajo la denominación de tecnología.
Para Martín-Barbero (2000, 2002a, 2002b) la tecnicidad de los medios
de comunicación tiene una dimensión económica y otra política. En la
economía mundial, los medios de comunicación están monopolizados, de
modo que las alternativas de producción y transmisión están reducidas a las
15 De acuerdo con la Real Academia Española, tecnicidad significa “cualidad o carácter
técnico de algo”, nosotros nos atenemos a esta definición en el presente trabajo e incluimos
los intercambios que mantienen artefactos y humanos. El término técnica lo empleamos genéricamente
para aludir a la tecnicidad, y el de technelogía, como lo ha propuesto Arellano
(2007b), para referirse al estudio de la tecnicidad. Este último se emplea debido al uso común
que hoy se le da a la idea de tecnicidad, técnica y artefacto surgido de la investigación contemporánea.
Este es el caso de Martín-Barbero, Néstor García Canclini y Guillermo Orozco.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
304
“megacorporaciones globales”. Asimismo, afirma que “las tecnologías no son
neutras, pues hoy más que nunca ellas constituyen enclaves de condensación
e interacción de intereses económicos y políticos con mediaciones sociales
y conflictos” (Martín-Barbero, 2002b: 18). Estas dos circunstancias se han
reunido para atentar contra las prácticas comunicativas en la cultura tradicional,
por lo que Martín-Barbero convoca a la defensa del chiste, el chisme
y la fiesta, como prácticas que permiten construir redes sociales en las cuales
se comparten subjetividades y que contrapuntean la información que los
medios ponen en circulación (Martín-Barbero, 2002a). De ahí que el barrio
se convierte en el lugar donde estos intercambios de prácticas globales, que
ponen en circulación los medios de comunicación y las nuevas tecnologías,
se mezclen con las locales a través de la oralidad.
Como innumerables autores que confrontados con el tema de la tecnicidad
evitan su examen, dando por sentado su carácter ineluctable y prefieren
concentrarse en su impacto, Martín-Barbero plantea que lo importante en
el estudio de la “tecnología” no es el artefacto sino el sentido social de éste,
afirmando que:
lo que la revolución tecnológica […] introduce en nuestras sociedades no es tanto
una cantidad inusitada de nuevas máquinas sino un nuevo modo de relación entre
los procesos simbólicos –que constituyen lo cultural– y las formas de producción de
los bienes y servicios: un nuevo modo de producir, inextricablemente asociado a un
nuevo modo de comunicar (Martín-Barbero, 2002: 10-11).
Su postura también considera que la tecnología pone en circulación nuevos
saberes y habilidades que determinan la vida social a través de sus prácticas.
Menciona que “la mediación tecnológica se espesa cada día más trastornando
nuestra relación con el mundo, desterrando quizá para siempre el sueño
griego de que el hombre sea la medida de todas las cosas” (Martín-Barbero,
2002: 263). Así, esquivando el examen técnico, nuestro autor recurre a la
nostalgia como argumento de la separación de las cosas y el hombre, a pesar
que aquellas han sido creadas por el propio hombre y le son constitutivas
inexorablemente. Para él existe una separación entre el hombre y la tecnología,
en la cual la tecnología se convierte en una amenaza, como afirma uno
de sus autores referentes, Paul Virilio: “No hay adquisición de lo tecnológico
sin pérdida de lo vivo” (Virilio, 1996: 54). De ahí que en la tecnicidad sólo
existan pérdidas humanas sin ganancias; por lo tanto, para Martín-Barbero
resulta necesario rescatar los procesos simbólicos más que los técnicos, pues
éstos se perdieron en el sueño griego.
Aunado a lo anterior, considera que la técnica desdibuja el espacio convencional
moderno, ya que lo torna virtual; es decir, se convierte en un noElizabeth
Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
305
lugar. La colonización del espacio comunicativo de escala humana ocurriría
en las redes imaginadas por Martín-Barbero del siguiente modo:
Pues lo que las redes que ponen en circulación son a la vez flujos de información y movimientos
de integración a la globalidad tecnoeconómica, la producción de un nuevo
tipo de espacio reticulado que debilita las fronteras de lo nacional y lo local al mismo
tiempo que convierte esos territorios en puntos de acceso y de transmisión, de activación
y transformación del sentido del comunicar (Martín-Barbero, 2000c: 38).
El término glocal (García-Canclini, 1999) es utilizado por Martín Barbero
(2002a) para explicar los intercambios simbólicos entre las dinámicas
globales con las locales, a través de la tecnificación del mundo que conlleva a
la virtualización del tiempo y el espacio. La comprensión del mundo sería en
términos de una tecnoesfera entendida como “no lugares”.16
Bajo la consideración de que los medios de comunicación monopolizados
no deben ser el centro del análisis, Martín-Barbero se nutre de la idea de la
disyunción de Appadurai, según la cual: “La sociedad-red no es un puro fenómeno
de conexiones tecnológicas sino la disyunción sistémica de lo global
y lo local, de lo público-formal y lo privado-real, mediante la fractura de sus
marcos temporales de experiencia y de poder” (Appadurai en Martín-Barbero,
1993: 65), para proponer el rescate de las prácticas sociales y atender al
uso social de los medios y de las nuevas tecnologías. Lo curioso del asunto es
que la debilidad de la posmodernidad que diagnostica Appadurai respecto a
la fractura y disociación de la realidad convencional, Martín-Barbero no la
convierte en una oportunidad epistemológica para dar vigor a las prácticas
sociales y comunicativas locales impregnadas indisolublemente de medios
altamente tecnificados.
Para Martín-Barbero la mediación tecnológica está circunscrita en la reapropiación
cultural, concentrada en los medios de comunicación construidos
de tecnologías inaccesibles en sus contenidos. Es determinista tecnológico
en el estudio de la comunicación y la cultura, pues son los artefactos
los que atentan en el espacio de la cultura popular. Para él, los medios no
son medios sino fines políticos, económicos y técnicos. Los dos primeros,
16 Junto a esta noción de tecnología, Martín-Barbero ubica la de red, retomándola principalmente
de Manuel Castells, quien define las redes como “estructuras abiertas, capaces
de expandirse sin límites, integrando nuevos nodos mientras puedan comunicarse entre sí,
es decir, siempre que compartan los mismos códigos de comunicación”(Castells, 2004: 506-
507). De ahí que las redes están presentes en la sociedad capitalista y que son utilizadas
como instrumentos para una organización social que pretende superar el espacio y aniquilar
el tiempo (Castells, 2004: 507), y que a partir del acceso al conocimiento tecnológico se
posibilita la capacidad de poner en circulación mensajes y poderlos decodificar.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
306
productos de la acción social; los últimos, sujetos a leyes ineluctables y por lo
tanto asociales.
Para Serres la tecnología es un significante, ella misma es el resultado de
una mezcla de naturaleza y cultura, es humana, puesto que el cuerpo mismo
es una tecnología; de ahí su advertencia: “Las ‘nuevas’ tecnologías son más
antiguas de lo que generalmente pensamos” (Serres, 2001: 1). Para él las tecnologías
han sido decisivas en el proceso de hominización y humanización.
En este sentido, ejemplifica su idea con el caso de la memoria humana. Serres
explica que en tiempos previos a la invención de la escritura los humanos
debían poseer una gran capacidad de concentración de información en sus
propios órganos; sin embargo, con la invención de la escritura y después de la
imprenta, esta capacidad se ha venido depositando en artefactos de lectoescritura.
Pero al llegar el tiempo de la informática, la computadora ha permitido
al ser humano liberar su memoria para otras cosas como la creatividad
y la imaginación (Serres, 2007). De lo anterior, Serres desprende la idea de
que los cambios en la tecnicidad muestran la invariancia de la memoria en el
proceso de hominización; dicho de otro modo, lo que ha cambiado es el tipo
de relación humano-artefacto.17
En torno a las tecnologías, se mantiene alejado de la concepción determinista
afirmando: “No estoy diciendo que las nuevas tecnologías han cortado el
espacio, eso es estúpido, sino que nos transportan a otro espacio, y esta distancia
debe referirse a sus aspectos topológicos, pues aquí la distancia está por definirse”
(Serres, 2007). Así, el tiempo y el espacio se ven plegados y relativizados
respectivamente, pero de ningún modo fragmentados, ambos están mezclados
y mantienen su referente topológico que permite hacer visible su forma.
Como hemos visto con el método de la traducción de Serres, las mezclas
de elementos diferentes se hace evidente pues se encuentran en interacción,
siendo así en la red ocurren los procesos de hibridación, mismos que se van
transportando: “Hermes está por todas partes, para distribuir mensajes, sobre
caminos que regresan sobre sí” (Serres, 2000: 35). Por lo tanto, la red no
está determinada por los artefactos tecnológicos (lo cual se conoce como red
virtual); es una noción que pone en circulación los procesos de traducción
existentes entre artefactos y humanos en el espacio y el tiempo.
Para Serres, la comunicación tiene un sustento técnico pero no es su determinación.
A lo largo de la historia humana, los cambios técnicos han sido
solidariamente modificaciones en las formas concretas de comunicarse. Los
17 Al respecto nos parece pertinente recuperar el sentido de la noción de tecnología intelectual
de Goody en la cual la escritura constituye un fenómeno de domesticación del pensamiento
y que expresa la inscripción que realiza el hombre del mundo (Goody, 1979).
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
307
vínculos que los humanos mantienen con los artefactos no se rompen nunca,
de manera que los medios de comunicación no tienen más poder que en épocas
anteriores. Para él, el tiempo es reversible, no se divide en pasado, presente
y futuro; así, no hay un tiempo idílico perdido, sino un futuro que estamos
en proceso de inventar. Estamos reinventado la comunicación cada día con
los artefactos que incorporamos mediante ejercicios de traducción generalizada.
Con la filosofía de la comunicación de Serres estamos en posibilidades
de considerar que los medios de comunicación son la traducción de la tecnicidad
y la socialidad; los medios de comunicación tienen una naturaleza
domesticada mediada con la artificialidad de los humanos.
De acuerdo con Serres, el resultado del cambio tecnológico puede expresarse
en términos de pérdidas y ganancias, de forma que resulta heterogéneo
a causa del intercambio de propiedades. Serres retoma el ejemplo transmitido
por Leroi-Gourhan en el que:
describía así el proceso de hominización: cuando el hombre se levanta para desplazarse
libera sus miembros anteriores de la función de soporte que realizaban hasta
entonces. La mano puede entonces desarrollar la capacidad de aprehensión y el hombre
se convierte en un homo faber. Al ganar la mano, esta facultad de aprehensión
la pierde la boca, que la llevaba a cabo entonces. Y la boca entonces puede hablar
(Serres, 2001: s/p).
En este caso la ganancia trascendió con el perfeccionamiento de la función
prensil de la mano, la cual habría liberado a la boca de esa función e
iniciado el proceso de la articulación de sonidos.
El resultado de todo esto es que para Martín-Barbero la comunicación
humana es un fenómeno estrictamente social, mientras que para Serres es
un fenómeno sociotécnico. Las consecuencias de dichas consideraciones son
diametralmente opuestas, pues para Martín-Barbero la comunicación genuina
se extravió en tanto que los griegos no disponían de la parafernalia técnica
de nuestros días, y en ausencia de la acumulación originaria de capital técnico
monopolizable. Para Serres, la tecnicidad de la comunicación es tan antigua
como el hombre y, por ende, inseparables; de esto se desprende el también
antiguo desafío humano para desarrollar nuevos escenarios comunicativos y
posibilidades de acción, uno de los cuales es socioeconómico, expresado en
la monopolización, y el otro técnico, expresado en la posibilidad de liberar la
creatividad de sustento técnico.
El análisis comparativo de Martín-Barbero y Serres nos ha permitido examinar
algunos elementos epistemológicos en la construcción de la comunicología.
Sin embargo, nuestro interés analítico de los autores proviene también
del hecho de que Martín-Barbero ha dejando huellas importantes de
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
308
las diferencias de opinión entre él y Serres al intentar inspirarse en la obra
serresiana. Dos ejemplos nos servirán para este efecto.
Un texto relevante de Martín Barbero (2002a) ha sido el Oficio de cartógrafo.
Travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura, en el que
realiza un mapeo de la comunicación-disciplina a partir de su propuesta para
el estudio de las mediaciones comunicativas en la cultura de la sociedad contemporánea,
donde la globalización y la tecnología son claves para la comprensión
de las interacciones humanas y, por lo tanto, del fenómeno comunicacional.
Este texto es emblemático, pues Martín-Barbero intenta emular el
trabajo cartográfico de Serres, pero, en su lugar, sirve para evidenciar la falta
de compromiso en la lectura del enfoque serresiano.
Apologizando el trabajo de Serres, Martín-Barbero escribe:
Nuestra historia, singular y colectiva, nuestros descubrimientos como nuestros amores,
se parecen más a la apuestas azarosas del clima o los sismos que a un viaje organizado
provisto de un contrato de seguros […] Por esta razón los mapas meteorológicos,
rápidos y lábiles, o los lentos y pacientes que nos muestran las ciencias de la tierra
profunda, con sus placas movedizas, líneas de fractura y puntos calientes, interesan
hoy al filósofo más que a los antiguos mapas de carreteras.18 Estamos —continúa
Martín-Barber— ante una lógica cartográfica que se vuelve fractal […] se expresa textual,
o mejor textilmente: en pliegues y des-pliegues, reveses, intertextos, intervalos
(Martín-Barbero, 2002a: 12).
En la cita anterior, Martín-Barbero cambia el orden de la citación, así que
la segunda parte de ésta, es en realidad la primera, el problema es que en esta
inversión Martín-Barbero ha cambiado la significación.
De esta forma Serres no se refiere a cartografía fractal, como pretende
Martín-Barbero, sino a la ciencia de la historia apenas soñada a partir de un
problema que planteó Serres en Los orígenes de la Geometría (1993 y 1996:
275), a saber: el problema del discurrir del tiempo en las redes19 y, por lo
tanto como se pregunta el autor: “¿Cómo captar, sobre las páginas de este
atlas [Serres se refiere al libro Atlas], muy sólidas, estas bonitas cartas ágiles?”
(Serres, 1996b: 275). Luego viene la respuesta a la que se refiere Martín-
Barbero en la segunda parte de la cita, pero la respuesta es de orientación,
18 Para ello cita las páginas 262 y 263 de Atlas de Serres (Serres, 1995, en Martín-Barbero,
2002a).
19 Dice Serres: “Solamente comprendemos esto que decimos cuando repetimos que el
tiempo escurre: percola, de hecho. Así podemos comprender, localmente, algunos Eléments
d’histoire des sciences [se refiere a Serres, 1989] y, en particular, los Origines de la Géométrie [se
refiere a Serres, 1993] y el gran relato de este último; así, globalmente, podemos comenzar a
soñar una ciencia de la historia” (Serres, 1996b: 274-275).
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
309
pues la cartografía cartesiana (la de la ubicación de carreteras) está definida
respecto a la orientación compleja de la cartografía contemporánea de orden
loxodrómica; pero loxodrómica no es un salto al vacío expresado en una fuga
posmoderna con la palabra fractal, por el contrario, es un elemento que por
seguir una dirección mantiene en conexión elementos espacio-temporales.
Martín-Barbero coloca en equivalencia relatividad y fragmentación; Serres
al relativizar el tiempo y el espacio no se está refiriendo a rupturas, sino a las
conexiones que mantienen.
La cuestión es: ¿Entenderá Martín-Barbero que detrás de cada idea serriana
existe una profunda reflexión de las ciencias? ¿Entenderá la diferencia
entre fractal y loxodromia? ¿Entenderá que en el primero se fractura y en el
otro se reúne? La segunda parte, que se presenta como primera en la cita de
Martín-Barbero, ha sido fracturada y cercenada del tema y de la conclusión.
Esto es así porque en la lectura posmoderna de Martín-Barbero, las citas son
utilizadas como frases de inspiración para completar sus ideas, por eso las
nociones conceptuales del autor son ignoradas.
Al revisar el texto citado nos percatamos de que Serres inicia la frase con
lo siguiente: “El tiempo, del cronómetro como el del barómetro […]”, sigue
la frase citada por Martín-Barbero, y concluye luego del fragmento citado:
“[…]: ellos están plagados de posibles y de virtuales”. Serres se refiere entonces
a las posibilidades físicas y virtuales que transcurren en las redes y no a la
orientación cartográfica (tema de la segunda parte de la cita reorganizada)
como pretende Martín-Barbero. Pero esta incomprensión martínbarberiana
es comprensible, puesto que para los posmodernos el tiempo y la historia
concluyeron hace décadas, y la ciencia es un pre-texto útil a la grandilocuencia
desligada aún del tema de la impostura científica.
La virtualidad para Serres no está determinada por las nuevas tecnologías,
es un elemento que permite la representación de distintos elementos, en este
caso espacio-temporales; Martín-Barbero elimina las palabras que posibilitan
realizar estas conexiones y, en su lugar, descontextualiza la cita.
El segundo ejemplo alude al tema en el que Serres se refiere a cómo habitar
el mundo contemporáneo caracterizado por mutaciones provenientes
del ámbito científico-técnico. Dice Serres que cuando cambia la manera de
transformar las cosas mediante la ciencia, sus métodos y las invenciones, el
aprendizaje se transforma; cuando los canales de enseñanza cambian, el saber
se transforma (Serres, 1996b). Este ejemplo lo aborda Martín-Barbero en el
capítulo del libro Mediaciones comunicativas en la cultura, al señalar que: “Serres
ha leído La Odisea como el primer relato sobre un navegante virtual, que
nos cuenta” (Martín-Barbero, 2002a: 38), y cita lo siguiente:
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
310
El deambular y los naufragios de un marino osado y astuto con el que su mujer se reunía
en sueños, día y noche, tejiendo y destejiendo en su telar el mapa de los viajes de
su marido. ¡El amante y la amante habían dejado de estar presentes! Mientras el primero
navegaba por el mar real, la segunda soñaba en el espacio virtual de la red que
iba urdiendo. Penélope urdía en el telar el atlas que Ulises atravesaba a remo y vela, y
que Homero cantaba con la lira o la cítara (Serres en Martín-Barbero, 2002a: 38).
En esta cita, Martín-Barbero ha desaparecido la figura de Homero como
iniciador cuando dice Serres, justo antes del inicio de la citación de Martín-
Barbero: “Entonces, a todo cambio de esta importancia (en las maneras de
habitar el mundo), un institutor habló. Al inicio de nuestra historia occidental,
Homero asumió el papel de iniciador” (Serres, 1996b: 14). Inmediatamente
después de la cita de Martín-Barbero, Serres continúa con la frase que
cerrará la argumentación sobre la habitación del mundo: “La pedagogía de
los niños griegos les enseño, (a los griegos, valga la redundancia) de un golpe,
los tres gestos” (Serres, 1996b: 14). Este autor piensa que:
La transmisión de un saber y experiencias o viajes de una vida no consiste en enseñar
punto por punto y como lugar después de lugar, sino que falta que estos lugares banales
se fijen, en conjunto, en una visión global, que encarne la cultura, como un imán
atrae las rebabas de fierro para asociarlas a un diseño […]. ¿Dónde leer esta visión
global? Sobre esto que forma la matriz, el contenido o el soporte de todo saber: sí, el
mundo, del que la geografía dice un conocimiento de fondo (Serres, 1996b: 15).
Serres explora las transformaciones de las maneras de habitar el mundo y
las maneras de aprenderlo, que se expresarán específicamente en las mezclas
que ocurrirán de la nueva virtualidad con las antiguas.
Pero Martín-Barbero ha interpretado que “el actual desarrollo tecnológico
está transformando tanto la imagen mental del mundo que habitamos como
las coordenadas de la experiencia sensible” (2002a: 38), y continúa con una
cita de Manzani: “El espacio que atraviesa nuestros itinerarios perceptivos se
halla hoy estratificado según la velocidad del medio tecnológico que usamos
[…] pero la multiplicidad de temporalidades que vivimos no se hallan reguladas
por la lógica interna del sistema técnico” (Manzani, en Martín-Barbero,
2002a: 38-39).
En la cita de Serres se considera un interés de la experiencia humana, es
decir, a partir de los procesos de traducción en nuestras formas de aprender
y construir el mundo individual y colectivamente. Sin embargo, Martín-
Barbero ha decidido utilizarla como una serie de metáforas para ilustrar su
noción determinista de la tecnología, en la cual la virtualidad modifican las
representaciones sociales y la experiencia sensible, sin percatarse de que la
imagen de Homero empleada por Serres ilustra los cambios en la habitación
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
311
del mundo, iniciándonos con sus relatos y haciendo música como formas de
representaciones y experiencias sensibles, sin necesidad de recurrir a supuestas
“membranas osmóticas” ni a “procesos densamente cargados de ambigüedades,
de avances y retrocesos”.
En ambos ejemplos queda clara la importancia que le atribuye Serres a los
soportes materiales en la definición del contenido de las actividades humanas,
llámese geografía o comunicología; el papel que le atribuye a la actividad
científico-técnica en los cambios que están ocurriendo en el mundo contemporáneo,
desde una óptica no determinista; y al método de traducción mediante
el que estos cambios se llevan a cabo. De lo cual se desprende que el
mundo contemporáneo está ligado al pasado y no ocurren las fracturas de los
autores posmodernos. Para Martín-Barbero la tecnicidad de la comunicación
no es un tema del soporte real en todas las condiciones comunicativas, sino
sólo el objeto de la denuncia de la condición económica de monopolio de los
medios; la tecnología es un proceso ineluctable que destierra el sueño en donde
el mundo es de escala sobrehumana, y donde lo que resta es encontrar y desarrollar
otras racionalidades, a pesar de la trascendente secularización de la
racionalización del mundo imaginado por Weber (Martín-Barbero, 2002a).
Lo que nos permite aprender Serres de esta contrastación es que la materialidad
en el fenómeno comunicacional nos permite indagar sobre la forma
en cómo ha ido cambiando nuestra tecnología comunicativa a lo largo del
tiempo. Los soportes de los mensajes que transmitimos son transportes, por
lo que su intervención en la forma de construir el mundo es inevitable pero
no determinante, pues su acción está en red con los humanos.
Hacia una epistemología de la comunicología
Para finalizar nuestro trabajo presentaremos algunas conclusiones atendiendo
los temas que nos propusimos examinar y que nos permitan poner en escena
elementos conceptual- metodológicos útiles en la elaboración de una
epistemología de la comunicología.
El estudio del fenómeno comunicacional realizado desde la perspectiva de
Martín-Barbero y de Serres resultó muy diverso, su forma de comprender el
mundo los ha llevado a metodologías alejadas para la construcción de conocimiento
comunicacional; a Martín-Barbero lo ubicamos como posmoderno
y a Serres como amoderno.
Los planteamientos comunicacionales de Martín-Barbero contienen fracturas;
como lo hemos visto, el tiempo y el espacio se relativizan pero como sinónimo
de fragmentación. Esto mismo sucede cuando analiza los elementos
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
312
constitutivos del proceso comunicativo, puesto que separa soporte y mensaje,
manteniendo al primero en una posición determinista.
Al igual que otros posmodernos, Martín-Barbero usa la nostalgia como recurso
argumentativo. Su apelación a la pérdida de sentido de la comunicación
tecnologizada y propuesta de rescate de la comunicación situada en ámbitos
como la fiesta y el chisme le conducen a separar el pasado y el presente. Los
elementos materiales, sobre todo las nuevas tecnologías de la comunicación,
no pueden ser puestos en relación con los humanos, ya que son una amenaza.
Para Serres, los tiempos actuales contienen elementos muy antiguos, por eso
la nostalgia por el pasado no tiene utilidad. Sin embargo, las nuevas tecnologías
de la comunicación imponen a los humanos procesos de aprendizaje
cultural distintos a los del pasado, pues las tecnologías soportan actividades
que antes eran propiedades, mayormente, corpóreo-humanas y que ahora están
siendo sustentadas en elementos tecnológico-computacionales.
La hibridación para Martín-Barbero ocurre sólo en la humanidad, y más
específicamente en el ámbito cultural, donde los intercambios se dan entre
distintos grupos humanos a partir de los mensajes que producen y reapropian
de forma diferente. Para él, la cultura es producción simbólica. En Serres,
el equivalente de la hibridación es la traducción. En éste se trata el método
en el que los intercambios de propiedades se dan entre elementos de origen
diferentes (humanos y no-humanos). Para Serres la cultura implica un reconocimiento
del otro y de lo propio, de ahí que la cultura sea permeable.
De conformidad con la perspectiva culturalista, para Martín-Barbero los
mediadores son exclusivamente humanos. Para él, la mediación técnica no
afecta la comunicación, su papel en la intermediación comunicativa se restringe
a retransmitir el mensaje de los humanos (colectivos, instituciones, etcétera),
y depende de la propiedad y uso social de quienes la detentan y explotan.
Para Serres, la tecnicidad no podría comprenderse sin los intercambios
de propiedades entre los artefactos y los humanos que posibilitan el desarrollo
y uso de las técnicas de comunicación, por lo que ambos son mediadores
con capacidad de transportar, traducir y mediar mensajes.
La posición determinista de Martín-Barbero respecto de la tecnología de
comunicación impide cuestionar su producción, ya que se entiende como
algo inmanente y ajeno a los humanos, de lo que sólo resta estudiar su impacto,
es decir, su positividad o negatividad. Para Serres, los medios de comunicación
son construidos por el hombre, por eso en su análisis comunicacional
la tecnología no está separada del hombre.
Es a partir del impacto de los artefactos que Martín-Barbero realiza su
crítica a los medios de comunicación; su crítica es social, de allí que sea enElizabeth
Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
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tendible su denuncia de la monopolización de los medios, pero también del
control de la información. Su posición política es clara a través de la denuncia
y su propuesta para fortalecer a los medios de comunicación alternos
y de ejercicio popular. Por su parte, Serres considera que la crítica de los
artefactos debe realizarse desde su producción, de ahí que su posición esté
centrada en el análisis histórico del porqué se desarrolla ciencia y tecnología,
a partir del cual se pueden enlazar elementos sociales, políticos, económicos,
técnicos y científicos.
Las redes serresianas, ponen en circulación elementos humanos y no-humanos,
mientras que las propuestas por Martín-Barbero sólo a los humanos.
Cuando esto se aplica en el análisis de las redes comunicativas, el segundo
fractura la relación de los humanos con los elementos materiales; en tanto
que el primero se interesa por las interacciones reticulares que mantienen.
Para Martín-Barbero las redes son exclusivamente sociales, y para Serres son
sociotécnicas.
Como observamos, Serres logra explicar mezcladamente entidades que la
modernidad ha mostrado como separadas, y más recientemente la posmodernidad
ha querido colocar como irreconciliables. De ahí que su propuesta
no esté inmersa en la discusión modernidad/posmodernidad, pero tampoco
entre la llamada “guerra de ciencias”;20 para él no existen divisiones en el conjunto
de la experiencia y del conocimiento humanos (Serres, 1974).
Para Martín-Barbero, en la elaboración de conocimientos en comunicología
es necesaria una transdisciplinariedad que concentre su estudio en los
procesos simbólicos; sin embargo, estaría acotada a las humanidades. Este
acotamiento es el que a nuestro juicio impide la comprensión científico-técnico
de las fuentes serresianas que emplea Martín-Barbero en su trabajo. Para
Serres, la elaboración de la comunicología requiere de la incorporación de
conocimientos y métodos de todas las disciplinas desarrolladas por el hombre,
y no es posible pensarla sin considerarla como un fenómeno expresivo de
múltiples factores que la sustentan. La comunicología no está sólo concentrada
en lo cultural, sino también en lo material; de ahí que incluye el estudio de
la historia de ciencias, humanidades (Serres, 1974) y técnicas en una serie de
procesos (traducción, inducción, deducción y producción) que la mantienen
en la no-disciplinariedad convencional del término. La forma de construir
conocimiento de Serres está caracterizada por una posición no-moderna, su
propuesta metodológica expresada en la traducción permite desplegar nuevas
20 Véase la presentación de este acontecimiento en Arellano (2000), “La guerra entre ciencias
exactas y humanidades en el fin de siglo: el escándalo Sokal y una propuesta pacificadora”,
en Ciencia Ergo Sum, vol. 7, marzo-junio, pp. 56-66.
Convergencia, Revista de Ciencias Sociales, núm. 52, 2010, Universidad Autónoma del Estado de México
314
entidades partiendo de la mezcla de otras originarias; por eso los elementos
que intervienen en el proceso comunicativo se encuentran mezclados.
Los elementos materiales para Serres son puestos en relación con los colectivos,
pues ellos son la síntesis de la mezcla de entidades de origen diferentes
(naturaleza y humanidad). El método de la traducción concentra los elementos
constitutivos del proceso comunicativo al explicar el ensamble entre soporte y
mensaje; es decir, la mezcla de entidades diferentes (tiempo/espacio, naturaleza/
humanidad, soporte/mensaje) posibilita el análisis del fenómeno comunicativo
en un método de síntesis. En conclusión, el método de estudio serresiano
ofrece oportunidades de análisis del fenómeno comunicativo poniendo en
relación los distintos elementos que intervienen en él. De esta forma posibilita
una forma de construir conocimiento en la cual los elementos técnicos y humanos
puedan ser explicados mezcladamente. Esto significa que el estudio de
la comunicación debería incluir el análisis histórico de la ciencia y la tecnología
para enriquecer la epistemología de la comunicología contemporánea.
Aunado a lo anterior, la propuesta epistemológica serresiana nos permite
comprender las dificultades metodológicas y conceptuales del pensamiento
posmoderno de Martín-Barbero, para construir conocimiento comunicológico.
Inversamente, la posición de Martín-Barbero explicita el valor de la
denuncia social contra la monopolización y politización de los medios de
comunicación, y su toma de partido por la defensa de la comunicación en el
ámbito de lo situado popularmente.
Como hemos señalado, los soportes materiales del fenómeno comunicacional
han sido utilizados como elemento de amenaza y denuncia social por
parte de Martín-Barbero. Si bien coincidimos con esta última, consideramos
que el determinismo tecnológico podría conciliarse a partir de lo señalado
por Serres, respecto a los cambios de la tecnología intelectual en los procesos
de humanización y hominización. Siendo así, la explicación de estos cambios
en el mundo contemporáneo no son excluyentes de los tiempos anteriores,
sino que mantienen conectividad.
Martín-Barbero realiza una lectura posmoderna de Serres, cita realizando
saltos, cortes y cambios de orden en sus frases, que evidencian el poco entendimiento
que tiene del estudio de ciencias y técnicas y el vaciamiento que
efectúa del contenido conceptual y, por lo tanto, epistemológico de la obra
serresiana. Para nosotros esto es importante porque el posmodernismo es un
gran fragmentador epistemológico, aún más que la modernidad, que trabaja
con particiones y sin dirección. En cambio, Serres ha comprendido que la
dirección y la conectividad permiten avanzar en la comprensión comunicológica
del mundo contemporáneo.
Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno y Antonio Arellano Hernández. Hacia una epistemología de la
comunicología: la teoría de la comunicación en Serres y en Martín-Barbero
315
De esta forma, concluimos que el estudio de la construcción de conocimiento
en comunicología puede comenzar a partir de propuestas, como
la serresiana, en la que los aspectos técnicos y, por ende, materiales sean de
interés explicativo del fenómeno comunicacional. Asimismo pensamos que
la postura epistemológica de Serres, no moderna, contiene elementos conceptuales
sostenibles para superar la crítica al modernismo y no recurrir a las
particiones posmodernistas.
Reconocemos que la epistemología de la comunicología no está concluida
con este trabajo. Al contrario, está por realizarse, pero nos alienta que siguiendo
el tipo de trabajo analítico que hemos hecho aquí con dos autores,
deberemos continuar a lo largo y ancho del mapa de la comunicología en
el análisis reconstructivo de la comunicología contemporánea, manteniendo
una dirección epistemológica que nos permita avanzar.
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Elizabeth Gabriela Espinosa Moreno. Estudiante de la Licenciatura en Comunicación
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Autónoma del Estado de México, adscrita como becaria del Cuerpo Académico
Estudios Sociales de la Tecnociencia; su línea de investigación es la epistemología
de la comunicología.
Antonio Arellano Hernández. Doctor en Filosofía por la Universidad Laval.
Investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad
Autónoma del Estado de México. Líneas de investigación: epistemología
y technelogía sociales, y antropología de la tecnociencia. Publicaciones
recientes: “Explorando La Neta: el dispositivo comunidades civiles mediadas
computacionalmente”, en Ciberpólis: redes no governo da cidade, Río de Janeiro,
Brasil (2007); “Por una reflexividad sin privilegios en los estudios de
la Ciencia y la Tecnología Latinoamericanos”, en Revista de Estudios Sociales
de la Ciencia, núm. 26, Universidad Nacional de Quilmes (2008); en colaboración
con Irma Ramírez, El Tapete Temoaya, anudación de arte, lana y
sociedad (2009).
Envío a dictamen: 03 de septiembre de 2009.
Aprobación: 19 de octubre de 2009.
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